BENEFICIOS DE LA VITAMINA C
¿Por qué Vitamina C?
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Ayuda en la formación y conservación de la función de los huesos y del tejido conectivo, tendones y cartílagos
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Acelera la curación de heridas y fracturas
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Refuerza el sistema inmunológico
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Participa en los procesos metabólicos del sistema hormonal y nervioso
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Regula el metabolismo de las grasas
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Estimula el sistema de desintoxicación
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Neutraliza la acción de los radicales libres
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Potencia la producción de colágeno
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Contribuye al mantenimiento de la salud bucal
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Neutraliza el PH de la piel
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Aporta luminosidad y reduce las manchas de la piel
Por vía endovenosa la Vitamina C llega directamente donde se necesita
El ácido ascórbico se absorbe en el torrente sanguíneo a través del intestino delgado con la ayuda de ciertas moléculas transportadoras. Si estos «transportadores» están ocupados, el exceso de vitamina C se excreta en las heces. Para sortear la barrera del intestino delgado, hay que inyectar la vitamina C directamente en la vena. Una vez que la vitamina C ha entrado en el torrente sanguíneo, llega fácilmente al lugar donde se necesita en ese momento.
¿Dónde se consume mucha vitamina C en nuestro organismo?
en las células nerviosas del cerebro
en las células inmunitarias
en las lentes de los ojos
en las glándulas suprarrenales
¿Cuánta vitamina C se debe tomar?
La recomendación oficial es: 100 mg de ácido ascórbico al día para un adulto sano.
Esta cantidad es suficiente para proteger a un individuo sano de los síntomas de la carencia de vitamina C.
Pero en cuanto desarrolle estrés o se ponga enfermo, su demanda aumentará significativamente y la dosis requerida será sustancialmente mayor. En el caso de fumadores la demanda de vitamina c es permanentemente alta!
Si bien la ingesta de 100mg de ácido ascórbico al dia es lo recomendable, la via de administración marca la diferencia, podemos ingerir lo necesario pero no conocemos la capacidad de nuestro organismo de asimilarlo y llevarlo al torrente sanguíneo, por lo que la cantidad asimilada no necesariamente es la misma.
Los animales producen su propia vitamina C, toda la que necesitan
La mayoría de los animales no tienen que obtener la vitamina C de una fuente externa: su cuerpo la produce. Se forma a partir del azúcar en el hígado mediante enzimas. Sólo los simios, las humanos, las cobayas, algunos peces y las aves han perdido esta capacidad en el curso de la evolución. La producción de vitamina C por parte de los animales es mucho más de veinte veces (en proporción al peso corporal) que la que tomamos los humanos. Las enfermedades y el estrés hacen que la producción de vitamina C aumente aún más, hasta 200 mg por kg de peso compensándoles el mayor consumo de esta, a diferencia de los humanos.
¿Por qué infusiones de vitamina C en lugar de ácido ascórbico en polvo/comprimidos?
El tracto gastrointestinal sólo nos permite pasar una cantidad limitada a la sangre; el resto se excreta en las heces.
Si por razones terapéuticas necesitamos niveles más altos de vitamina C en la sangre, necesitamos infusiones (o aplicación endovenosa) de altas dosis de vitamina C. Este es también el caso cuando las membranas mucosas intestinales no funcionan correctamente y son incapaces de absorber la vitamina C ingerida. Después de una infusión de altas dosis de vitamina C el nivel de vitamina C en la sangre es temporalmente tan alto como para poder abastecer regiones del cuerpo con una demanda especial y restablecer el equilibrio bioquímico de nuestro organismo.
Los radicales libres
Son moléculas a las que les falta un componente (electrón). Los radicales libres se forman constantemente en nuestro cuerpo, por causas internas como el estrés y causas metabólicas; así como también por las inflamaciones, quemaduras o a través de irritantes químicos y físicos como el humo del cigarrillo o la radiación UV.
La falta del electrón hace que estas células traten de obtener por la fuerza el componente que les falta de las moléculas sanas circundantes, que acaban dañadas y se ven envueltas en una reacción nuclear en cadena que produce un «estres» oxidativo» con daño celular que deviene en enfermedades y un envejecimiento prematuro.
Un exceso de radicales libres puede ser un estado patógeno. Por ello, el organismo dispone de los llamados captadores de radicales, que los unen y los hacen inofensivos. Sin embargo causas externas (sol, mala alimentación, tábaco…) la generación de radicales libres es significativamente mayor y es necesario combatirlo con un aporte extra de antioxidantes.
Vitamina C poderoso antioxidante
Es un poderoso antioxidante natural que retrasa el envejecimiento por oxidación, que provoca arrugas, flacidez, manchas… Es un elemento catalizador de reacciones químicas que protegen a las membranas celulares del ataque de los radicales libres, en su constante lucha por recuperar el electrón perdido, evitando así la reacción en cadena o «estrés oxidativo» que origina la propagación del mal.
Potencia la producción de colágeno
La Vitamina C, y más concretamente el Esther C, es precursor de colágeno. Las fibras de colágeno son el sostén natural de la piel, y estas se debilitan con el paso del tiempo. La vitamina C favorece su síntesis en nuestro organismo multiplicando su producción natural y hará que la piel recupere firmeza y elasticidad.
El colágeno también captura humedad aportando mayor densidad a la piel. Mejora la hidratación y defensa cutánea al reducir la pérdida de agua transepidérmica.
La vitamina C neutraliza el PH de la piel, afectado todos los dias por agentes externos y el lavado diario. Asimismo, da luminosidad y unifica el tono de piel limpiando las marcas y manchas de la piel.
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